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El PCPV denuncia una vez más los asesinatos machistas y urge a la concienciación de los poderes públicos con medidas radicales y contundentes

2 de Enero de 2023

Tras los últimos casos, uno de ellos en Benidorm —en estos momentos en investigación—, el año 2022 se ha cerrado con una terrible cifra de mujeres asesinadas. 

Parece que el número es lo que produce cierta alarma. Desde el Partit Comunista del País Valencià (PCPV), señalamos que el número acumulado de asesinadas por violencia machista, incluso el oficial, que sólo contempla aquellas que acoge la ley integral (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género), esto es, las mujeres a las que sus asesinos no tienen que buscar mucho, porque las vienen agrediendo, frecuentemente de forma gradual, y convivían, o habían convivido, o mantenido una relación con ellas, ese número, se hace insoportable cuando, como dice el ministro Grande-Marlasca, “se produce un pico de casos en un espacio corto de tiempo”. No entran en este (aterrador, escalofriante) número aquellas a las que también asesinan por ser mujeres, nuestra legislación, cada vez más necesaria, todavía ha de desarrollarse más, para protegernos a todas.

Frío, aunque certero, Grande-Marlasca dice una verdad: hay fechas en que se acumulan casos, como picos de una sierra. A veces, esto responde a una situación particular, por ejemplo, acumulación de festivos, como dice la ministra Montero; a veces, no. 

Per no son las variables lo que nos altera: lo que nos hace gritar de horror, son las constantes, señor ministro, señora ministra. Lo peor es cada muerta, cada herida grave, cada criatura traumatizada o asesinada, cada mujer aterrorizada en su propia casa, sin saber qué hacer o dónde ir, consciente o no de que debe denunciar y salir de esa situación, que ya si eso, el Estado la protege. Y la miseria. La miseria de medidas que no llegan a todas enseguida, la miseria de recursos en prevención que son ridículos, formación insuficiente, concienciación escasa.

No hablaremos de esos delincuentes habituales que hacen apología de este terrorismo machista (mantener aterrorizada a prácticamente la mitad de la población es terrorismo, sí). Debería actuarse de oficio contra la revictimización, con todo el peso de la Ley, pero los recursos, insistimos, escasean.

Es la miseria de una situación que debería atajarse con toda la fuerza de todos los poderes públicos, con todos los recursos, con toda la potencia de un Estado que parece que esté siempre sorprendido por, caramba, otro pico.

Apoyaremos siempre todo Pacto contra la Violencia Machista y de Género en cualquier instancia, como lo hemos hecho en nuestro ámbito territorial. Es necesario, es un punto de partida que implica a las administraciones y la sociedad civil. Son medidas estructuradas, con objetivos bien definidos, con sus medidas y sus evaluaciones. El papel es muy agradecido, y nos parece un gran trabajo, sin ironías. Pero como decimos las marxistas, sin partidas presupuestarias suficientes, no se hace política real, no se avanza, sólo hay apariencia de solución, porque no cambia la raíz del problema, y lo que sí aumenta es el peligro de profesionales quemadas, víctimas descorazonadas, y violentos exaltados, y hasta jaleados.

Es urgente una concienciación de los propios poderes públicos y decisiones radicales y contundentes, como destinar todos los recursos posibles a erradicar la violencia machista de nuestra sociedad. A acabar con la insoportable certeza de que las mujeres siguen padeciendo sobre sus cuerpos el crimen más oscuro del lado oscuro de nuestro tiempo.

 

Categorías: Área Feminista

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