Ante el anuncio sobre la reforma y endurecimiento de las penas por parte de la fiscalía sobre los llamados “delitos de odio”, motivada por una serie de comentarios racistas que han proliferado por redes ante el asesinato de un niño la pasada semana, y donde tanto PSOE como PP se han manifestado conformes, el PCPV se posiciona radicalmente en contra.

Desde el PCPV recordamos que estamos hablando de regular y penalizar aún más la libertad de expresión, la cual incluye la libre crítica en un estado democrático, sin que usarla deba significar incurrir en una infracción criminal.

El delito de odio se estableció en el Código Penal en 2015, donde se establece una pena de prisión de uno a cuatro años, y una de multa de 6 a 12 meses para quienes promuevan la discriminación, el odio o la violencia contra una minoría. Sin embargo, el resultado ha sido mucho más perverso del imaginado. Condenando a la izquierda por reivindicar a Palestina, a raperos por denunciar a nazis, o a ciudadanos catalanes por abuchear a policías. Entendemos que esta nueva reforma, que extiende su brazo a las redes sociales con intención de prohibir incluso su uso, sólo abundará aún más en la persecución a la izquierda. Como ya anunciamos con la terrible Ley Mordaza que aún sigue lamentablemente en vigor. 

Seguimos situando el problema principal en un delito muy poco objetivo, que es muy difícil de precisar cuándo se comete y contra quién se comete, dejando al arbitrio de unos pocos su interpretación. No podemos permitirnos más circulares de fiscalía aseverando su aplicación en caso de denunciar el nazismo, el sionismo o asimilado. 

Otro de los conceptos que se barajan incluir es la necesidad de presentar el DNI para acceder a la redes social, como si no existieran ya mecanismos suficientes de averiguación de identidad para el caso de comisión de un delito, o como si muchas de las empresas privadas no tuvieran ya esta información. Esta medida parece más enfocada a controlar y vigilar a personas y grupos que para el esclarecimiento de los hechos. No quisiéramos pensar que se introduce una figura orweliana para tener listas negras de cuadros sindicales o políticos, o evitar, precisamente, que algunas podamos denunciar el odio en estos foros. 

Capítulo distinto merece la prohibición de asistir a eventos deportivos, donde no podríamos ni recordadles a algunos jugadores abiertamente nazis que lo son. 

En resumen, parece una irresponsabilidad - cuando no una trampa - manifiesta introducir la idea de que “por nuestra seguridad” nos van a tener más vigilados. Rememorando un concepto parecido a la “Ley Corcuera” o de “Patada en la puerta”. Nos opusimos entonces, y seguimos haciéndolo ahora.

¡Cuidado con las armas de doble filo! ¡Flaco favor nos hacen a los y las comunistas!

No a la reforma y endurecimiento de las penas por delitos de odio. Confiamos en que se puedan buscar otras fórmulas para atacar el infame racismo, garantizando la libertad de expresión.