Desde el Partit Comunista del País Valencià – PCPV, secundamos las movilizaciones y manifestaciones convocadas alrededor del 8 de marzo, especialmente las realizadas desde los planteamientos de clase, con perspectiva interseccional y abolicionistas de la prostitución y los úteros de alquiler, y todas aquellas que se vayan desarrollando alrededor de fechas clave o en función de la estrategia del movimiento feminista.

El feminismo está de moda, es un tema recurrente en los medios de comunicación e incluso organizaciones y partidos conservadores y reaccionarios llaman a la movilización de las mujeres para tratar de lavar su imagen.

Por este motivo es tarea del PCPV y del PCE en su conjunto, apoyar y propiciar estas movilizaciones feministas reivindicando el carácter obrero y rupturista con el que surgieron, en el marco de las luchas y reivindicaciones de las mujeres trabajadoras que se movilizaron a principios del siglo XX por sus derechos en las fábricas y los centros de trabajo, y que tuvieron el apoyo de la II Internacional de Mujeres Socialistas donde, a propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.

Las trabajadoras, las migrantes, las humildes, las precarias, somos la mayoría de las mujeres, y nuestra reivindicación feminista ha de visibilizar, de manera clara y firme que, por nuestras condiciones laborales, económicas y sociales, el patriarcado y el capitalismo y sus brazos ejecutores nos asesina, nos viola, nos margina, nos invisibiliza y nos oprime muy duramente.

Por todo ello, más allá de demandar y exigir a las instituciones que defiendan y regulen nuestros derechos, tenemos que reivindicar y propiciar con nuestra propia práctica política el debilitamiento del sistema capitalista y patriarcal, mostrando sus contradicciones y visibilizando su inoperancia e incompatibilidad con una vida digna.

Resolución aprobada por unanimidad en la Conferencia del PCPV celebrada el 7 de marzo de 2020.