Riba-roja reconoce la labor política de la primera concejala de la democracia, Maruja Fuster, dentro de la programación del 8M. Este pasado fin de semana se ha celebrado el acto en la denominada, desde ahora, Sala Ascensión Chirivella en el Centro Social, en homenaje a la primera mujer que se colegió para ejercer la abogacía.

Corría el año 1979 cuando Maruja Fuster se convirtió en la primera mujer concejala de Riba-roja bajo las filas del Partido Comunista. Cuarenta y cuatro años después y coincidiendo con la celebración del 8M, el Ayuntamiento de Riba-roja ha querido realizar un reconocimiento público a esta mujer trabajadora, activista e incansable defensora de la igualdad, que continúa activa en política y anima a las mujeres a involucrarse en ella.

Fuster empezó como concejala de Medio Ambiente y Servicios en un ámbito históricamente reservado a los hombres, rompiendo barreras sociales, en una sociedad patriarcal y con la convicción de avanzar y buscar el cambio para el futuro de sus hijas, una de ellas en aquel momento con solo dos meses de vida.

Maruja Fuster no solo fue una concejala competente del Partido Comunista en el Ayuntamiento de Riba-roja, también participó en la creación de las asociaciones de padres y madres de alumnos y en la plataforma ecologista de Porxinos. Maruja continúa militando en el PCPV y haciendo un programa de radio cada semana, desde hace 26 años, además de las actividades que hace en la Escuela de Adultos. Se trata de un referente de la lucha de las mujeres por la igualdad, un referente del activismo social constante que contagia optimismo a lo largo de toda su vida. 

En el acto, que reunió una amplia representación del tejido social, se proyectó el documental “La primera toga”, un documento videográfico que recuerda a Ascensión Chirivella, un siglo después de su colegiación.